Viaje a través de unos escritos -7 y 8-
Recorrido por Las Palmas
Quedaron tan asombrados con las explicaciones del señor del sombrero de paja que decidieron comprobar por sí mismos con una guía de la ciudad que el dibujo de la playa era exacto. La encontraron en un quiosco.
En efecto, se correspondía perfectamente. Observaron el plano de la guía: los puertos, las playas, los distintos barrios, el barranco... La guía también llevaba una reseña de la ciudad, que abarcaba su historia y sus monumentos artísticos. Laura leyó:
“Entre los monumentos artísticos de la ciudad de Las Palmas se encuentra la catedral, comenzada en 1497. Es de estilo gótico, con tres naves, con bellas bóvedas. La catedral fue renovada a fines del siglo XVIII y principio del siglo XIX, y su fachada es de estilo neoclásico. Conserva varias esculturas de J. Luján e interesantes piezas de orfebrería litúrgica.”
- ¿Sabéis lo que quiere decir orfebrería litúrgica? – preguntó Sebas sabiendo la respuesta.
- Yo, desde luego, no – contestó Fede. Laura añadió: - Creo que son los objetos de plata y oro que hay en las iglesias.
- ¡Ah, sí! – dijo Nico - ¡Como los candelabros!
Laura continuó leyendo la guía: “Otros edificios notables religiosos son las iglesias de San Antonio Abad (1756), de San Telmo, con su magnífico artesonado, de San Agustín, San Francisco y Santo Domingo (las tres con obra de escultura), y la capilla del seminario, del siglo XVIII, que conserva pinturas al fresco...”
- Ahora déjame a mí -, dijo Nico -. Yo seguiré. “El castillo de La Luz o de las Isletas es monumento nacional. Construido en el siglo XVI, de planta cuadrada, forma parte de las antiguas fortificaciones del puerto.
En la arquitectura doméstica hay que destacar la casa de Colón, con sus bellos miradores, que actualmente alberga el museo de bellas artes, el archivo histórico provincial y el museo Colón. El museo Canario está dedicado a geología, antropología y arqueología de las islas.”
Una isla con mucha historia
Habían ido paseando hasta la Ciudad Jardín. Ya cerca del Zoo se separaron, pues los dos hermanos fueron a ver los animales. Quien de verdad se interesó fue Fede, que le entusiasmaban, e instó a Laura a que le acompañara.
Nico y Sebas cruzaron la avenida hasta el Paseo Marítimo del Norte, desde donde se divisaba todo el golfo del puerto. Se sentaron frente al océano y contemplaron la maravillosa panorámica: por el sur, el resto de la ciudad a lo largo de la costa; por el norte alcanzaban a ver al Lanzarote en el puerto de La Luz. Nico abrió la guía y leyó silenciosamente la parte que trataba de la historia de la ciudad, mientras Sebas, con los ojos semicerrados, observaba la lejanía...:
“El primer núcleo de la ciudad fue fundado en 1478 por Juan Rejón, noble caballero toledano, enviado por los Reyes Católicos con el fin de iniciar la conquista de la isla. Los conquistadores se asentaron en el actual barrio de Vegueta, cerca del barranco de Guiniguada, entonces con abundante caudal, y en cuyas márgenes introdujo el cultivo de caña de azúcar Pedro de Vera. La primitiva población tomó el nombre de Real de las Palmas, y fue sede de un obispado (1485). Desde ella se organizó la conquista de Tenerife y La Palma.
Los Reyes Católicos crearon el cabildo para la administración del municipio, presidido por un funcionario real, y concedieron en 1494 un fuero de población...”
“...En 1568 Felipe II estableció una audiencia, entidad máxima para la gobernación del país atlántico; el mismo monarca instauró allí el tribunal de la Inquisición.
Dada su perfecta situación estratégica en la ruta de Hispanoamérica, fue repetidas veces lugar de escala de los conquistadores y colonizadores y enclave comercial en las rutas transoceánicas de Europa, África y América, lo que motivó los repetidos ataques de piratas ingleses (1595) y holandeses (1599)”.
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